Antecedentes y Desafío

Durante los últimos 30 años, la salmonicultura en Chile ha crecido hasta convertirse en una industria que vale US$4,7 billones. Actualmente, Chile es el segundo productor más grande de salmón en el mundo, y el salmón es el segundo producto de exportación más importante del país. La industria es una fuente importante de puestos de trabajo en el sur de Chile, sin embargo, las prácticas de la industria también han generado conflictos con comunidades locales en torno a impactos ambientales, quiénes idealmente se deberían beneficiar del éxito del sector.

Nuestro Enfoque

CBI está trabajando con la industria en un proceso de varios años de duración para apoyar una relación con las comunidades que aborde las preocupaciones más importantes de la gente y apoye la interacción transparente y participativa. Esta iniciativa comenzó con una colaboración entre World Wildlife Fund (WWF) y Rabobank, un banco holandés que otorga un importante financiamiento a la industria salmonera chilena. WWF y Rabobank pidieron a CBI desarrollar una caja de herramientas y orientaciones para relacionarse responsablemente con las comunidades, en línea con los estándares sociales del Aquaculture Stewardship Council. Las orientaciones impulsaron a nueve de las empresas de la industria salmonera más grandes del país a formar un grupo de trabajo para implementar la caja de herramientas, la cual ofrece un enfoque gradual para lograr relaciones sostenibles con comunidades, en base al diálogo y a acciones significativas para abordar los impactos socioambientales de las empresas, ya sean impactos negativos o positivos. Este enfoque incluye la toma de acciones para:

  • mejorar la capacidad interna de la empresa para abordar aspectos sociales;
  • trabajar en conjunto con comunidades para identificar y abordar impactos, priorizar inversiones sociales y construir acuerdos;
  • establecer mecanismos eficaces de recepción de quejas; y
  • esforzarse más en identificar y generar comprensión sociocultural con comunidades indígenas.

Se puede encontrar más información sobre la caja de herramientas aquí.

Desde el año 2018, éste grupo de trabajo - denominado la Iniciativa Social del Salmón (ISS) - ha participado en un proceso de aprendizaje conjunto para mejorar las relaciones con las comunidades y utilizando el marco de la caja de herramientas. En 2019, los gerentes generales de las empresas firmaron un compromiso público de diez puntos, el cual incluye prácticas innovadoras como el monitoreo participativo. El grupo también está trabajando de manera colaborativa en iniciativas piloto con dos comunidades en el sur de Chile, en las cuales están coordinando sus esfuerzos para abordar los impactos de la industria y priorizar iniciativas de desarrollo en conjunto con actores locales. Estos esfuerzos reconocen que, frecuentemente, múltiples empresas operan en las mismas comunidades, lo cual requiere de un nivel más alto de acciones articuladas para poder abordar de mejor manera los impactos acumulativos o compartidos, así como para aprovechar oportunidades que apoyen las visiones locales para el desarrollo.

Resultados

Durante los últimos años, la iniciativa ha ayudado a estas empresas a transformar sus equipos y prácticas en su relación con las comunidades, utilizando el marco conceptual de CBI y las herramientas prácticas, junto con aprendizajes entre pares. Ya se empiezan a percibir los resultados en terreno; por ejemplo, una comunidad logró resolver temas asociados a un grave incidente ambiental a través de un proceso de diálogo con una de las empresas que participa en la iniciativa. El diálogo, distinto a cualquier otro proceso en el cual había participado la empresa o los líderes de la comunidad anteriormente, resultó en nuevos compromisos en cuanto a descargas, monitoreo conjunto e incluso cambios estructurales dentro de la empresa. Hoy, la empresa y la comunidad están implementando este acuerdo, con foco en un esfuerzo riguroso de monitoreo conjunto para asegurar que el incidente ambiental no se repita. En otro ejemplo, ocho empresas del grupo están trabajando en conjunto con pescadores artesanales de una comunidad y con una fundación para identificar vías para diversificar los canales que tienen los pescadores para vender sus productos a nivel local y nacional, incluyendo una inversión en infraestructura en el muelle y capacitaciones en la preparación y congelado de sus productos. Este avance fue posible tras un diálogo de varios meses con los pescadores para identificar sus prioridades clave de desarrollo.

Además, la iniciativa ha ayudado a construir relaciones y “capital social” entre las empresas participantes: las empresas ahora se contactan regularmente para conseguir ayuda y consejos cuando enfrentan desafíos en sus relaciones con las comunidades, y buscan proactivamente oportunidades para colaborar en comunidades en las cuales comparten operaciones.