por Elizabeth Cooper

Reuniones públicas mal organizadas y encuentros comunitarios fracasados: éstas son las preocupaciones que no dejan dormir a un facilitador. Puede que planifiques una gran reunión, imprimas carteles de gran formato, consigas personal para todas las "estaciones"... y no acuda casi nadie. O los que acuden sólo quieren hablar de temas ajenos al proyecto, y las conversaciones no llevan a ninguna parte, salvo a la frustración reiterada. Tal vez te encuentres atrapado en una cámara de eco, en la que escuchas continuamente a los mismos pocos miembros de la comunidad, muy comprometidos, en lugar de escuchar toda la diversidad de perspectivas de la comunidad. 

Tú puedes hacer mucho para evitar estas situaciones con una planificación adecuada. A continuación, encontrarás una serie de preguntas que debes plantearte para asegurarte de que has realizado el trabajo necesario con anticipación, has preparado los canales adecuados para la comunicación y has logrado un compromiso accesible y significativo.

Provoca el compromiso mucho antes de presentarte 

Toma el tiempo necesario para comprender el contexto de la comunidad y cómo se han abordado los problemas en el pasado.

  • ¿Qué han compartido los miembros de la comunidad sobre sus necesidades y preferencias con anterioridad? ¿Cómo puedes asegurarte de que tu compromiso refleja una comprensión de esos aportes y te basas en ellos, evitando caer en redundancias? 
  • ¿Cómo se ha ido dando el "compromiso" formal o la conversación informal en el pasado cuando se plantearon estos asuntos u otros relacionados? ¿Qué formatos, canales o eventos funcionaron bien? ¿Dónde hubo conflictos? ¿Quién participó y a quién no se escuchó? ¿Influyó o dio forma realmente el compromiso de la comunidad en los resultados anteriores?  ¿Son sólidas las relaciones con los que se han "involucrado" en el pasado? ¿Existe un historial de desconfianza y por qué?         
Utiliza los canales y personas influyentes de la comunidad para conectar

Tú tendrás que establecer los canales adecuados para interactuar con la comunidad, preferentemente los que ya existen y son bien utilizados por la misma comunidad.

  • ¿Qué redes o grupos existentes impulsan la conversación en la comunidad? ¿Será un pequeño periódico? ¿Una emisora de radio en español? ¿Los anuncios de la iglesia? ¿Cómo podrías utilizar esos canales para conectar con aquellas personas a las que la divulgación tradicional no suele llegar? Considera otras oportunidades para que la comunidad aporte su opinión más allá de las grandes reuniones públicas. ¿Dispones de múltiples canales para una comunicación bidireccional, incluidos los eventos presenciales y virtuales, la interacción digital, el papel y otras opciones creativas?
  • ¿A qué grupos o foros deberías conectarte? Podrían ser asociaciones vecinales o de inquilinos, grupos culturales, grupos de defensa de derechos, lugares de culto, escuelas, grupos e instituciones juveniles y otras instituciones con credibilidad en la comunidad.
  • ¿Quién podría actuar como persona influyente, enlace o embajador para orientar la agenda e involucrar a los miembros de la comunidad? Si procede, considera la posibilidad de formar un comité directivo o un grupo asesor (aunque sea ad hoc) de miembros de la comunidad conectados y comprometidos que te ayuden a estructurar las actividades de participación y te proporcionen información veraz a medida que evoluciona el proceso. ¿Podrían algunas de estas personas o grupos estar interesados en colaborar contigo en la organización de eventos o en la gestión de las actividades de divulgación? Considera la posibilidad de utilizar parte de tu presupuesto para que estos socios locales diseñen y/o lleven a cabo directamente las actividades de participación.
  • ¿Has eliminado los obstáculos a la participación? Participar en procesos públicos, ya sea acudiendo a una reunión o respondiendo a una encuesta, requiere tiempo y, a menudo, aunque sea indirectamente, dinero. Prácticas como proporcionar comida y guardería y facilitar el acceso a los actos ayudan a superar estos obstáculos. Compensar directamente el costo de la participación con estipendios o tarjetas de regalo puede ser lo más eficaz, sobre todo para los grupos que se enfrentan a barreras y desigualdades estructurales y que, por lo tanto, suelen quedar excluidos y no ser escuchados.
Crea contenidos relevantes, accesibles y significativos  

Conoce mejor el contexto de la comunidad y piensa detenidamente en los canales para llegar a ella y conectar con ella. Ahora es el momento de adaptar la información a compartir.

Cuando compartas la información con la comunidad y busques su opinión, pregúntate:

  • ¿Es esto relevante?
    o   Cuando interactúes con un grupo, empieza por hacer preguntas abiertas para entender qué es lo que importa antes de centrarte en las opciones orientadas a los resultados. No deberías preguntar: "¿Prefieres el baloncesto o el voleibol?" antes de empezar con: "¿Qué te gusta hacer en este parque?".
    o   Compartir información y plantear preguntas sobre lo que importa a las partes interesadas. Esto puede significar diferentes preguntas para diferentes grupos y en diferentes espacios. Aprovecha lo aprendido en esas primeras conversaciones abiertas para adaptar tus preguntas a los intereses de la comunidad. Si puedes, deja que la comunidad formule las preguntas y fomenta el diálogo directo entre sus miembros.
  • ¿Es esto accesible?
    o   La equidad lingüística es importante, y utilizar un lenguaje sencillo es esencial para un proceso justo e inclusivo. Evita la jerga y los acrónimos. Utiliza un lenguaje claro, comprensible y directo.
    o   Provee varios idiomas cuando proceda. Si un acto, una reunión o una encuesta es multilingüe, también debe serlo la difusión para conseguir que la gente acuda.
    o   Utiliza elementos y medios interactivos y atractivos para contar una historia. Algunas personas aprenden escuchando, otras viendo y otras haciendo.
  • ¿Esto es significativo?
    o   Pide opiniones sobre cuestiones y temas que determinarán los resultados. No pidas opiniones sobre algo establecido o que se escapa a la influencia del proceso.
    o   Se claro sobre el alcance de los resultados y lo que es y no es posible.
    o   No te andes con rodeos: se franco sobre las dificultades u otros desafíos que pueda esperar la comunidad.
    o   Respeta el tiempo de la gente y se consciente de la fatiga de compromiso.

Después de poner en marcha un proceso con estas preguntas en mente, es importante seguir aprendiendo y adaptándose en función de los comentarios y el liderazgo de la comunidad. Involucra a los socios de la comunidad en el establecimiento de la agenda de las reuniones y busca otras instancias para compartir con ellos el control y la orientación de las directrices. La humildad puede ayudar mucho en este sentido: reconociendo y reparando tus errores, puedes empezar a reconstruir o ganarte la confianza. Esto es fundamental para construir relaciones a lo largo del tiempo y hacer que el compromiso con la comunidad funcione de forma continuada. Por último, tómate tu tiempo para celebrar los avances, tanto en las relaciones como en los resultados del proceso.